
Se trata de una de las tecnologías de filtración más avanzadas para prevenir el crecimiento de bacterias que pueden provocar olores desagradables en los cartuchos de filtrado en piscinas y balnearios.

No se han utilizado aglutinantes o pegamentos acrílicos que se puedan debilitar o disolver durante el uso o limpieza.
Esta tecnología se ha sometido a pruebas de laboratorio independientes muy exhaustivas.